Algunas Claves para Reflexionar: ¿Qué Está Pasando con la Participación Ciudadana?

Por: Virginia Gutiérrez Babarrusa

En este post proponemos algunas claves para reflexionar sobre las implicaciones de las políticas de participación ciudadana, como la continuidad de los procesos, la capacidad de fortalecer el tejido social, la de superar las brechas sociales o el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC). Los Presupuestos Participativos han tenido un papel destacado y tanto Portugal como España han sido pioneros en la puesta en marcha de estas experiencias en el contexto europeo.

Estas reflexiones surgen de experiencias previas en el contexto español, que hemos contrastado a través del proyecto desarrollado entre los meses de abril a septiembre del año 2022 sobre los procesos de participación ciudadana impulsados por la Cámara Municipal de Lisboa (CML) entre 2008 y 2021. Básicamente en la investigación nos centramos en el Presupuesto Participativo de Lisboa (“Orçamento Participativo de Lisboa”, OP-L).

Además del análisis bibliográfico y documental, se recabaron y analizaron datos disponibles en la web municipal y se realizaron un total de nueve entrevistas a informantes clave de distintos perfiles.


Fig. 1: Web de la Cámara Municipal de Lisboa donde se recogen las propuestas ganadoras del Orçamento Participativo.

Primera clave: la continuidad de los Procesos de Participación Ciudadana

Algunos de los documentos consultados indican que la CML creó el espacio “Lisboa Participa.” Además del OP-L, la CML impulsa los Encuentros Descentralizados, la consulta pública sobre el programa Local de Vivienda (2007 y 2008), el BIP/ZIP, el Forum Ciudadano (2011 y 2014) y distintas herramientas de participación en un solo espacio: Fix My Street App, Open Data, LisBOAidea, Lisbon in Debate (Cabannes, 2021, in Green Participatory Budgeting).


Fig. 2: Sitio web de Lisboa Participa.

La experiencia de OP en Lisboa se ve ahora en un momento de replanteamiento por el cambio de gobierno que supusieron las últimas elecciones autárquicas en la capital de Portugal. Aún así, ya se empezaron a acusar algunos cambios previamente debidos a la crisis económica reflejada en la evolución de los datos presupuestarios del OP, o las restricciones impuestas por la pandemia COVID.

Segunda clave: articulación social y fortalecimiento de las redes ciudadanas

El objetivo de conocer si es posible conseguir una mayor vertebración social y el fortalecimiento de las redes ciudadanas, se ha logrado desde el análisis de algunas de las propuestas ganadoras. Algunas responden de forma positiva a esta cuestión, como el Caracol da Penha, la propuesta más votada en el histórico del OP-L.


Fig. 3: Web de la Jardim Do Caracol da Penha, la propuesta más votada del histórico del OP-L.

También nos hemos acercado a la crítica, de algunas de las personas entrevistadas, del papel que pueden jugar determinadas organizaciones movilizando votos en forma de lobbies.

En este sentido, destaca el programa BIP/ZIP, calificado por algún informante clave, junto al OP, como la cara y la cruz de la participación ciudadana. Ambos conviven y se desarrollan de forma complementaria. Con este se pretende promover la participación del tejido organizado a través de colaboraciones entre organizaciones sociales y de estas con las Juntas de Freguesía (Distritos). Su objetivo es intervenir en los barrios con más necesidades, calificados como Zonas de Intervención Prioritaria.


Fig. 4: Web del Programa BIP/ZIP.

Tercera clave: brechas sociales y territoriales

Los procesos analizados por lo general involucran a los sectores con recursos económicos y formativos suficientes. Para algunas personas consultadas y desde los estudios realizados los perfiles de quienes participan son: las clases “medias” profesionales, con un nivel formativo superior, y con edades comprendidas entre los 40 ó 45 años y los 60. Las propuestas más exitosas utilizan estrategias que requieren la disposición de un mínimo capital social y cultural.

Pero, ¿quiénes son los beneficiarios y a qué territorios van dirigidos los proyectos ganadores en el OP? Podremos entender el impacto del OP, desde los resultados obtenidos en el periodo de 10 años de OP–L, para ver si éste en sí mismo produce redistribución social, o si sería necesario establecer algunos mecanismos inclusivos para lograrlo. La dimensión inclusiva del OP supone la redistribución territorial y social, teniendo en cuenta las mujeres, los niños y niñas, los jóvenes, las personas mayores, las personas migrantes, con diversidad funcional, colectivos LGBTI, etc.


Fig. 5: Web del Orçamento Participativo Escolar de Lisboa.

Cuarta clave: el papel de las TIC en el contexto de la Smart City

Las smart cities suponen el tratamiento de datos a través de dispositivos conectados a internet para la gestión de determinados servicios públicos: el smart parking, la iluminación urbana smart, el sistema integrado de transportes, la gestión del agua, los telecuidados, el mantenimiento urbano smart, las firmas digitales, etc. (Chatterjee y Kar, 2018).

Pero esto también implica entender la construcción de un espacio público digital que permita “el acceso y la interconexión masivos, descentralizados y transparentes, y estos generarían un incremento de la participación y el debate democrático, nuevos canales para establecer lazos y desarrollar la sociabilidad, una potenciación de las libertades y del ejercicio de los derechos humanos e individuales” (Gendler, 2021).


Fig. 6: Web de la plataforma CONSUL.

Fig. 7: Web de la plataforma DECIDIM.

Plataformas como CONSUL DEMOCRACY, o Decidim, supusieron la adaptación de los presupuestos participativos a esta nueva realidad virtual. Al ser de código abierto, estas han generado la expansión de los presupuestos participativos a través de internet a otras ciudades.

Algunas de las ideas que cuestionan el uso de estos dispositivos se refieren al carácter deliberativo, la promoción de espacios de encuentro presenciales o la brecha digital. La opción de promover un sistema híbrido, aunando la presencialidad y aprovechando las oportunidades que las tecnologías de la información y la comunicación nos proporcionan.

Quinta clave: contribuir al avance de la democracia participativa

Los presupuestos participativos se convirtieron en el referente de la Democracia Participativa. El modelo de OP-L han tenido cambios y adaptaciones de una metodología que incluye espacios para la deliberación y el debate, la capacitación y formación ciudadana, o la toma de decisiones. Con este quinta clave se quiere incidir en la reflexión sobre los aspectos necesarios para lograr la profundización democrática y contribuir, de esta forma, al avance de la democracia participativa.


Virginia Gutiérrez Babarrusa es Profesora de Sociología de la Universidad de Sevilla. Como investigadora invitada en el ICS-UL en 2022 ha desarrollado el proyecto titulado “El papel de la participación ciudadana y el Internet de las Cosas (IoT) en el desarrollo de los ODS, el caso de Lisboa”, bajo la dirección de Roberto Falanga. (vgbarbarrusa@us.es)

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